Nací en Naco, Sonora, en 1943, pero crecí en Tijuana junto a mis 9 hermanos. En mi juventud fui muy trabajadora, nunca encontré el amor verdadero ni tuve hijos.
Tuve la bella experiencia de ser tía, aunque solo tuve la dicha y suerte de tener un sobrino al que cuidé como si fuera mi hijo. Lamentablemente, fui diagnosticada con Alzheimer hace un par de años. Tuve muchos episodios de crisis, necesitaba cuidado las 24 horas del día y, como ustedes sabrán, es una cruel enfermedad. Por lo que ahora formo parte de la familia del Centro del Anciano.